La TV Pública pone al conurbano "Contra las cuerdas"
Telam. Buenos Aires, 1 de diciembre de 2010
http://www.telam.com.ar/vernota.php?tipo=N&idPub=205198&id=389580&dis=1&sec=12
Por Pedro Fernández Mouján
"Contra las cuerdas", la nueva ficción de la TV pública que viene a competir en el "tinellizado" espacio del "prime time", comenzó anoche con interesantes actuaciones, una historia que adivina tensiones y una estética que deambula entre una presentación estilo "Los Soprano" y el corte costumbrista de las telecomedias Pol-ka.
Protagonizada por Rodrigo de la Serna, Soledad Fandiño y Maxi Ghione la teleserie (que se verá martes, miércoles y jueves a las 22.30) vuelve a posicionar a Canal 7 como un productor de envíos de ficción de calidad y altos niveles de producción, una dirección que la televisión pública comenzó a recuperar con la gestión Bauer.
"Contra las cuerdas", que originalmente iba a llamarse "Conurbano" y que ante la quiebra de la productora Rostock de Gastón Pauls quedó en manos de ON TV (Claudio Villarruel-Bernarda Llorente), cuenta la historia de dos hermanos a quienes el destino vuelve a unir y que el amor por una mujer pone en disyuntiva.
Por lo que se pudo apreciar en el capítulo estreno (anoche de 22.45 a 23.30 sin cortes publicitarios) "Contra las cuerdas" no parece querer salirse de las claves maestras del melodrama pero apunta también a recoger un emergente contemporáneo y a echar una mirada tangencial de registro social, recuperando en algo experiencias televisivas como "Okupas", pero en clave "mainstream", como le cabe a un proyecto Villarruel-Llorente.
Para poder plasmar ese juego, el ciclo cuenta, además, con roles secundarios de lujo que asumen actores de la talla de Roberto Carnaghi, Osmar Núñez, Mimí Ardú, Mario Alarcón y Martín Pavlovsky, En el juego de los personajes, De la Serna (Ezequiel) es un boxeador de Chajarí que abandona el pueblo escapando a una promesa de venganza de la mafia local al no haber entregado una pelea "vendida", dejando mujer (Manuela Pal) y dos hijos.
La huida es hacia ese inmenso territorio de cruces sociales y culturales conocido como el Conurbano, adonde viene a encontrarse con un hermano (Maxi Ghione), que a su vez se escapa del dueño del taller donde trabaja y con quien coincide en la casa de Ana (Soledad Fandiño), que vive con su padre (Roberto Carnaghi), un quinielero con principios.
Sobre estos elementos: las sombras del ring, las horas y entramados de los gimnasios, el ambiente del taller mecánico, un centro cultural donde Ana da clases, el club de barrio y el bar (que regentea Martín Pavlovsky) se mueve "Contra las cuerdas", que necesita todavía transitar parte de sus historia para ir entregando mayores certezas sobre hallazgos o renuncios.
Parte de su riqueza pudiera jugarse en saber abrir su narrativa a ese conglomerado trágico, efusivo, contradictorio y mutante que es el Conurbano, antes que tomarlo como una postal de fondo, como un sonido ambiente.
Su peor pecado sería encerrar la historia melodramática en los decorados Pol-ka y perderse en la convencionalidad del género, sin explotar sus vías de escape, sus márgenes, el contexto como un protagonista de fuste.
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