
TÍTULO: Tenía 30 puntos de rating y solo pensaba en suicidarme
NOTA: Mariano Caruso
FOTOS: Pablo González
FUENTE: Revsita Pronto
FECHA: 2003
Revista Pronto. "Ahora llegó el prestigio", dice con una sonrisa pícara Mimí Ardú. Después de muchos años en los que transitó el teatro y las telenovelas, la actriz esta feliz con su actuación en El bonaerense la segunda película de Pablo Trapero. Allí, Mimí sorprendió a todos interpretando con gran solvencia a una mujer policía. "Es una mujer que vive en el tedio, en la monotomía, que no ama el riesgo y no tiene vocación para lo que hace. Por eso sale y tiene relaciones sexuales con lo pibes. Es lo que tiene a mano", cuenta sobre su personaje en el filme, mientras toma un café y, desde la ventana del bar, mira el ir y venir de la gente que camina por la avenida Rivadavia.
-¿Cómo llegaste a El bonaerense?
-El año pasado todavía trabajaba en una agencia de turismo llevando gente a Costa Rica, y cuando llegó el desstre del 20 de diciembre, con el final del 1a 1, sentí que era mi final. El mío y el de mucha gente. ¿Quien iba a viajar al exterior con las cosas como estaban? Despues surgió hacer un programa de radio en Costa Rica, de la mano de un argentino que está allá haciendo publicidad, y puse en venta el departamento. Cuando ya estaba lista para irme, me llamaron para hacer el casting y, la verdad, fui por ir. No me imaginé que iba a quedar elegida, y ya tenía la cabeza en Costa Rica. Por suerte se dio esto que es impagable.
-Sufriste alguna amenaza de la Policía Bonaerense luego del estreno de la película?
-No. Lo que vi y me dolió mucho fueron afiches que aunuciaban la película en las calles: algunos estan totalmente destrozados y otros con el pedazo que dice "El bonaerense" arrancado. Al lado, los carteles de "Lugares comunes" y otras películas estan intactos.
-¿Algún policía que te haya visto te comentó algo?
-Leí un comentario. El otro día me reía porque en una revista salió un comisario declarando que era imposible que una policía tuviera una relación con alguien de menor rango. O sea que coimear, torutrar y matar gente en las comisarias, sí pueden, pero acostarse con un compañero que no tiene su misma jerarquía no. Dan risa.
-Fuiste actriz de novelas y ahora hacés cine ¿recordás como empezó todo?
-Todo se dio por casualidad. A los 15 años vine a la Capital desde Río Cuarto, dejando atras el colegio de monjas. Después empece a estudiar en la Facultad de Psicología, en pleno Porceso, cuando había tiros en el patio de la universidad, y por eso deje. Trabajaba en un banco, fui a una prueba, y casi de un día para el otro, era actriz.
-Luego llegó tu historia de amor en México, con el ex arquero de Vélez Miguel Marín.
-Nuestra relación fue muy intensa, parecía que toda la vida nos habíamos estado buscando, aunque no nos conocíamos. Cuando finalmente nos encontramos en México, donde trabajaba como director técnico, parecía que con los ojos nos decíamos: "Por fin llegaste".
-Un flechazo.
-Fue amor a primera vista. De hecho, el día que nos conocimos yo estaba con mi pareja, que era un mexicano, y el pobre quedó pintado. Parecía que estaba viendo un partido de tenis, porque no le dábamos bolilla ninguno de los dos.
-Y ocurrió el drama.
-Marín había tenido tres bypass. Despertarme a la mañana y darme cuenta de que estaba sin Miguel, era algo que no podía aceptar. Tres meses después de que murió volví a la Argentina y me llamaron para hacer Antonella. Treinta puntos de rating todas las tardes y yo sólo pensaba en cuicidarme. Me sostenía yendo al psiquiatra cuatro veces por semana. Ese terapeuta me salvó la vida y me lo recomendo Virginia Innocenti, uno de los mejores seres humanos con quienes trabajé.
-Parecidera que todavía no podes olvidar a Marín, ¿es así?
-Si. Era tan intensa nuestra relación, que cuando viajábamos en avión, decíamos que sería lindo morirnos juntos porque ninguno iba a poder soportar estar sin el otro. Así que si se caía el avión, nos moríamos felices. Me costó diez años armar una pareja.
-¿Y vos no tenés ganas de estar en pareja?
-No, la verdad es que no quiero formar una pareja porque sí. Hoy en día, sólo lo haría si me enamorara, si no ya no tiene sentido para mí. Es que ademas de la película me pasan cosas tan importantes que no pienso en lo otro. Saber que Sharon Stone la vio o que fue al Festival de Toronto es algo muy emocionante.
-¿Hicistes muchos trabajos en tu vida aparte de actuar?
-Si. Trabaje en un banco, en un consultorio médico, vendí ropa, hice feng shui y hasta llegué a trabajar de mucama de un actor.
-¿De mucama?
-Sí. Durante un tiempo en que no tenía trabajo, me venía bien y lo hice; no me da vergüenza decirlo porque pasé muchas veces hambre y viví en lugares terribles. De hecho, tenia un departamento grande, que vendí en su momento, y hoy vivo en uno chiquito, en una zona más fea, que no tiene ascensor ni portero eléctrico. Ahora hasta me quedé sin heladera, porque se me quemó.
-¿A que le tenés miedo?
-Me genera un poco de miedo la locura, porque no sé si algún día iré a parar a un neuropsiquiátrico. Qué sé yo, uno nunca sabe cuál va ser el final.
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