
FUENTE: Diario La Prensa
AUTOR: Isabel Croce
FECHA: Buenos Aires, 14 enero 2008
LINK: http://www.laprensa.com.ar/secciones/nota.asp?ed=2658&tp=11&no=86047
AUTOR: Isabel Croce
FECHA: Buenos Aires, 14 enero 2008
LINK: http://www.laprensa.com.ar/secciones/nota.asp?ed=2658&tp=11&no=86047
LA NUEVA VERSION DE ‘El TENOR’ PERMITE EL LUCIMIENTO DE FABIAN GIANOLA
Dos Otelos en variados apuros
‘El tenor’, de Kurt Ludwig. Dirección: Carlos Oliveri. Escenografía: Daniel Feijóo. Vestuario: Mercedes Colombo. Iluminación: Roberto Traferri. Actores: Fabián Gianola, Rodolfo Ranni, Melina Petriella, Darío Lopilato, Mimi Ardú, Sabrina Rojas, Cristina Alberó y Germán Kraus. Metropolitan (Corrientes 1343).
No es la primera vez que se presenta en Buenos Aires ‘El tenor’, obra de Ken Ludwig, que se convirtiera en éxito internacional desde sus inicios como producción de Andrew Lloyd Weber. Presentada en más de veinticinco países fue ganadora de dos premios Tony y otras importantes distinciones.
La actual versión argentina se apoya en un elenco de figuras entre las que sobresalen, Rodolfo Ranni, Fabián Gianola y Germán Kraus
Ambientada en la década del 30, la acción se centra en una pequea compañía musical, que, celebrando su aniversario, trae a Cleveland una versión de la ópera ‘Otelo’ con la presencia de una estrella del canto lírico, muy solicitada por sus admiradoras, el tenor Tito Merelli. Como buen divo, el cantante, para desesperación del administrador del teatro, no podrá afrontar el compromiso por razones que no adelantamos y obligará a un reemplazo por parte del tímido futuro yerno del administrador.
Luego de una tibia primera parte, la obra alcanza su climax ideal dentro de la farsa y la comedia de enredos con el recurso de sustitución de papeles, un conocido dispositivo utilizado ya en tiempos del teatro primitivo. La cadena de equívocos bien entrelazados y el tono de ‘cine mudo’ dado a persecuciones, entradas y salidas logran dar a la historia un justo crescendo humorístico.
NEGROS ENREDOS
Un atractivo elenco, con figuras que van desde la clásica ingenua de Melina Petriella, pasando por la impactante Sabrina Rojas, la corrección y elegancia de Mimi Ardú, el desparpajo de Darío Lopilato, de buen manejo escénico o la popular Cristina Alberó, como la esposa del cantante, logran la atracción del público.
Pero sin lugar a dudas el fuerte de la pieza está en el cómodo profesionalismo de Rodolfo Ranni, la atractiva composición de Germán Krauss y el personaje creado por Fabián Gianola, indudablemente el disparador de una explosión de risas que con su sola aparición como Otelo provocó que el Metropolitan estallara en una unánime carcajada. A partir de ese momento y con la aparición de los dos ‘moros de Venecia’ se olvida la tibieza inicial y la memoria colectiva evoca los mejores momentos de los Hermanos Marx o las persecuciones de los inolvidables Abbot y Costello y el Gordo y el Flaco.
Hay pocos actores capaces de despertar esta reacción con el solo manejo de los gestos en un rostro absolutamente ennegrecido por el maquillaje. Momentos de juego vocal (‘Si no fuera pero lo es...’y el rotundo ‘perche no’) demuestran un aprovechamiento de la riqueza lúdica del texto. Esto, sumado al don de la pantomima de Gianola obligan a pensar al hecho de que una mayor búsqueda profesional puede llevarlo a un lugar privilegiado en el mundo del teatro. Si hay alguna crítica a su desempeño profesional, sería un aspecto no demasiado advertido en general y es la coloratura y vigor de la emisión vocal, que no está a la altura de la riqueza de su expresividad corporal. Su personaje, suerte de Clark Kent aguardando la transformación de Superman, no desborda en ningún momento buscando el favor del público o yendo tras la risa fácil con sobreactuaciones.
El tenor presenta un elegante vestuario y una televisiva escenografía.
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